Hoy en el blog hablaremos de los criterios y decisiones que organizan la acción didáctica, es decir, la metodología. Han de estar coordinados y considerados en su conjunto: papel del profesor, papel del alumnado, técnicas didácticas, dinámica de clase, tipos de agrupamientos del alumnado…etc. La metodología es uno de los rasgos definitorios de las academias de idiomas, ya que será la base sobre la cual los profesores y jefes de estudio planifiquen los cursos.
Algunas técnicas metodológicas se alejan de los métodos tradicionales y se acercas a otras tendencias más modernas, como el prestigioso enfoque “Demand High”. Es fundamental enseñar a los alumnos un idioma real y nativo desde los niveles iniciales, que les capacite de manera eficaz y autónoma a la hora de comunicarse. Para ello, en nuestros cursos de idiomas usamos exclusivamente materiales no adaptados ni alterados, sino reales: como prensa, películas, música, programas de televisión…etc., donde el lenguaje es espontáneo y natural. Esto nos permite familiarizar a los alumnos con expresiones y construcciones auténticas, así como potenciar la capacidad de mejorar el aprendizaje desde el entendimiento del contexto cuando se presentan nuevo vocabulario y estructuras.
La UNESCO ha elaborado en distintas ocasiones estudios internacionales en los que se examinan los problemas y las prioridades de la educación en el mundo entero. En uno de los más recientes, el Informe a la UNESCO de la Comisión Internacional sobre la Educación para el Siglo XXI, presidida por Jacques Delors (también conocido como Informe Delors) se reflexiona sobre la educación y el aprendizaje en el siglo XXI. En este informe podemos vemos reflejadas las siguientes cuestiones que tienen una estrecha relación con la metodología:
La educación a lo largo de la vida se basa en cuatro pilares: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos, aprender a ser.
- Aprender a conocer, combinando una cultura general suficientemente amplia con la posibilidad de profundizar los conocimientos en un pequeño número de materias.
- Aprender a hacer a fin de adquirir no sólo una calificación profesional sino, más generalmente, una competencia que capacite al individuo para hacer frente a gran número de situaciones y a trabajar en equipo.
- Aprender a vivir juntos desarrollando la comprensión del otro y la percepción de las formas de interdependencia –realizar proyectos comunes y prepararse para tratar los conflictos- respetando los valores de pluralismo, comprensión mutua y paz.
- Aprender a ser para que florezca mejor la propia personalidad y se esté en condiciones de obrar con creciente capacidad de autonomía, de juicio y de responsabilidad personal.
En coherencia con lo expuesto, se recomienda orientar la práctica docente según los siguientes principios pedagógicos:
En primer lugar, asegurar que el aprendizaje sea significativo. El aprendizaje humano está directamente relacionado con el mundo de las experiencias y por ello es necesario acercar los conocimientos a las experiencias vitales de los alumnos. Con ese mismo fin se les pedirá con frecuencia el seguimiento de las noticias de actualidad a través de los medios de comunicación.
En segundo lugar, se propone una metodología activa mediante la interacción alumno-profesor. La enseñanza es un proceso bidireccional en el cual profesor aprende de su alumno a ajustar su intervención educativa por la respuesta que éste muestra ante sus intervenciones anteriores. Igualmente, permite sondear el nivel de conocimientos del alumno. Por otra parte, se favorecerá y valorará la interactividad entre los estudiantes, mediante los trabajos y actividades grupales. Todo con el propósito de favorecer su actividad interna (intelectual) y externa (de manipulación del material, expresión oral, cooperación…)
En tercer lugar, se llevarán a cabo estrategias que promuevan la motivación del alumnado. En el proceso educativo es determinante el interés que tiene el alumno por su propio aprendizaje o por las actividades que le conducen a él. Debemos fomentar este interés, mantenerlo o aumentarlo a través de elementos intrínsecos y extrínsecos. En este sentido, el fomento de la lectura será una herramienta clave, así como otros recursos estratégicos como valorar la capacidad de los alumnos, felicitar el éxito en la realización de tareas, plantear desafíos…etc. Aunque quizá el medio más útil a la hora de motivar a los alumnos sea el uso de las TIC.
El profesorado es guía y apoyo en el proceso de enseñanza-aprendizaje, en cual ha de participar de forma activa. Sus funciones son muy variadas, siendo la principal la de coordinar los diferentes elementos programáticos: objetivos, contenidos, evaluación…etc. Con este fin debe diseñar una dinámica de clase adecuada a las necesidades de su grupo, en la que la principal prioridad sea que los alumnos alcancen en el mayor grado posible los objetivos de la Programación Didáctica. La organización de los agrupamientos es otra de las tareas que ha de desempeñar el personal docente y será esencial a la hora de hacer efectiva la realización de ciertas tareas. Ciertamente, existe un amplio abanico de posibilidades en el momento de formar las agrupaciones, y han de considerarse diferentes criterios: edad cronológica, nivel de instrucción, ritmos de aprendizaje, intereses comunes…etc.
Para finalizar, podemos decir que la metodología es uno de los aspectos más relevantes del proceso de enseñanza y aprendizaje. Tal y como decía Leonardo Da Vinci, el buen aprendizaje nunca cansa a la mente.